Onomatopeyas: definición y cómo utilizarlas
Si se emplean adecuadamente, las onomatopeyas pueden ayudarnos a darle mayor elocuencia y plasticidad a lo que escribimos.
Ramón González — 21 febrero, 2024


¿Qué es una onomatopeya?
Es una palabra cuya forma imita o reproduce el sonido de aquello que designa. Pueden emplearse para recrear cualquier sonido que imaginemos, como el de un golpe, el ruido que se hace al toser, el que produce un objeto al romperse... Son ejemplos de onomatopeya: ñam ñam (ruido al comer), bang (disparo de pistola) o miau (maullido del gato).
¿Para qué se utilizan?
Las onomatopeyas son un recurso expresivo que se usa para dar más fuerza y plasticidad al texto. Es decir, permiten realzar la imagen mental de lo que se está narrando.
¿Cómo se utilizan?
Las onomatopeyas se escriben sin comillas y en redonda; es decir, con la tipografía normal del resto del texto. Conviene añadir que no es obligatorio el uso de la exclamación (eso queda a gusto del autor) y que se puede modificar la intensidad del sonido que reproduce la onomatopeya variando la cantidad de letras que la forman. Por ejemplo, el llanto de un bebé que captamos con ¡buaaaaaaa, buaaaaaaa! será más fuerte y molesto que el que representamos con ¡bua, bua!
En lo personal, yo no soy un autor que recurra mucho a las onomatopeyas. Rarísima vez las utilizo, pero eso no tiene nada que ver con ningún dogma o imposición estilística. Creo que simplemente nunca me han salido con naturalidad; de hecho, si alguna vez he escrito alguna he terminado por eliminarla porque la veía forzada. Supongo que hay escritores que las emplean más fácil y espontáneamente que otros; o quizá no es más que una cuestión de preferencias. En cualquier caso, si durante una sesión de consultoría literaria surge la cuestión, nunca trato de imponer mi criterio, sino que me adapto al del autor. Lo que es indudable es que las onomatopeyas deben utilizarse bien (es decir, quedar naturales), pues si su empleo es fallido llamará bastante la atención y desacreditará nuestro texto.
Listado
La Fundéu ofrece en su página web una lista de onomatopeyas en español recopiladas por José Martínez de Sousa. Son un total de noventa y cinco, pero yo he seleccionado algunas de las más utilizadas (en orden alfabético):
aceleración de motocicleta: ¡brrrum, brrrum!
ametralladora: ¡ra-ta-tá!
asco: ¡aj!; ¡puaj!
beso: chuic; mua
bofetada: ¡zas!; ¡paf!
burbujas del agua: ¡glu, glu, glu!
canto de los pájaros: ¡pío, pío, pío!
cañonazo: ¡buuum!
carcajada: ¡ja, ja, ja!; ¡je, je, je!; ¡ji, ji, ji!; ¡jo, jo, jo!
carraspeo: ¡ejem, ejem!
chasquido: ¡chas!; ¡zas!
claxon: ¡piiii!, ¡piiii!
comer: ñam, ñam, ñam
conversación ininteligible: bla, bla, bla
cristal contra cristal: ¡chin-chin!; ¡tintín!
disparo: ¡pum!; ¡bang!; ¡pam, pam!
explosión: ¡buuum!; ¡pum!
golpe (en general): ¡cataplam!; ¡cataplum!; ¡catapum!; ¡plum!; ¡pum!
golpe contra el suelo: ¡plaf!; ¡clonc!
golpe en la puerta: ¡toc, toc!; ¡tras, tras!; ¡pon, pon!
grito de dolor: ¡ay!
hipo: ¡hip!
ladrido del perro: ¡guau, guau!
llanto de un bebé: ¡bua, bua!; ¡buaaa, buaaa!
maullido del gato: ¡miau, miau!
pajarito: ¡pío, pío!
péndulo del reloj: tic-tac, tic-tac
puñetazo: ¡zas!
ratón de ordenador: clic
repugnancia: ¡aj!; ¡puaj!
risa abierta: ¡ja, ja!
risa astuta: ¡je, je!
risa contenida: ¡ji, ji!
risa socarrona: ¡jo, jo!
ronquido: rrrrrrrrr
rotura de objetos: ¡crag!
silencio: ¡chist!; ¡chiss!; ¡chsss!
sueño: zzz, zzz, zzz
teléfono: ¡riiin, riiin!
timbre: ¡rin, rin!