Tipos de narrador: ejemplos y claves para elegir la voz de tu novela

La elección del narrador es una de las decisiones más importantes que el escritor debe tomar a la hora de contar una historia. En este artículo analizaré los diferentes tipos de narradores que existen, sus diferencias y las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos.

Ramón González — 23 enero, 2025

Rembrandt escritor
Rembrandt escritor

El narrador es uno de los elementos fundamentales de la novela. Desde un punto de vista teórico, es posible imaginar —y existen— novelas sin trama, sin historia e incluso sin personajes; sin embargo, nunca podrá existir una novela sin narrador, pues siempre necesitaremos, como mínimo, una voz relatora. Esa voz, que será la intermediaria entre los hechos y el lector, es clave, pues influirá en la información a la que tendremos acceso y en cómo percibiremos los eventos y personajes.

Si pensamos en la vida real, no es lo mismo que nos enteremos de un suceso por su protagonista directo que por un testigo presencial o por alguien que simplemente ha escuchado hablar de lo ocurrido. En cualquiera de esos casos, el relator, queriéndolo o no, condicionará el hecho que refiere, y al mismo tiempo nos condicionará también a nosotros. Pues bien, en la ficción ocurre algo semejante, la voz que narra es parte esencial de lo que se cuenta. Así, en función de lo que queramos lograr con nuestra historia deberemos elegir un tipo de narrador u otro, y esta elección será crucial, pues determinará las condiciones del relato. ¿Queremos mostrar lo que piensan los personajes o preferimos ceñirnos solo a los hechos? ¿El narrador participará en la historia que cuenta o será alguien por completo externo a ella? ¿Deseamos que nuestro narrador en primera sea el protagonista de la acción o solo un testigo?

Introducido esto, es importante aclarar que en ficción no es lo mismo el autor que el narrador. El autor es la persona real que escribe la obra, mientras que el narrador es la voz que cuenta la historia. Yo, como autor, puedo escribir un relato de ficción en el que el narrador defienda, por ejemplo, opiniones xenófobas, pero eso no significa que yo también piense o defienda lo mismo. Esta distinción parece evidente, pero en muchas ocasiones personas ajenas a la literatura no entienden esto y pueden producirse confusiones. Es cierto que a veces autor y narrador sí coinciden, pero en ficción, por principio, se parte de la idea de que no son lo mismo.

Hecha esta importante aclaración, ya podemos pasar a ver los diferentes tipos de narradores que existen. Para realizar la clasificación, me he basado en la distinción propuesta por el teórico literario francés Gérard Genette, que organiza los tipos de narrador según su posición respecto a la historia narrada. Así, tenemos dos grandes grupos de narradores, los heterodiegéticos (que se sitúan fuera de la historia que se relata) y los homodiegéticos (que forman parte de la historia).

A continuación, veremos en detalle cada uno de estos dos grupos, con los tipos de narradores que pertenecen a cada uno de ellos, algunos ejemplos y sus pros y contras.

Narrador heterodiegético

El narrador heterodiegético está fuera de la historia que cuenta. Funciona como una especie de observador externo, pero no es un personaje, sino una voz que relata. Este tipo de narrador se asocia con la tercera persona y se divide, a su vez, en los siguientes tipos:

1. Narrador omnisciente

Este narrador es omnímodo y se asemeja a un Dios que lo conoce todo: pensamientos, emociones y acciones de los personajes. Tiene una visión global y completa de la historia, y es indiscutiblemente el tipo de narrador más utilizado —al menos hasta las primeras décadas del siglo XX—. Ejemplos de narradores omniscientes los encontramos en grandes novelas decimonónicas como Guerra y paz de Tolstoi, Crimen y castigo de Dostoievski o Los miserables de Víctor Hugo. También lo encontramos en importantes obras del siglo XX como La metamorfosis o El proceso de Kafka, aunque aquí el narrador omnisciente está pegado a las acciones del protagonista y solo entra en su mente y no en la del resto de personajes (a este tipo particular de narrador omnisciente algunos lo llaman narrador equisciente).

Algunas ventajas del narrador omnisciente:

· Facilita la construcción de historias complejas con múltiples perspectivas y le da al autor más posibilidades a la hora de desarrollar la trama.

· Permite una comprensión profunda de los personajes y de sus motivaciones.

Algunos inconvenientes:

· Si se abusa de él, puede resultar excesivamente explicativo o invasivo.

· Para narraciones con un único protagonista claro, suele resultar menos cercano que un narrador protagonista en primera.

2. Narrador objetivo

El narrador objetivo, ajeno también a la historia que cuenta, se limita a describir lo que se ve y se oye, y lo hace sin acceder a la mente de los personajes. Se asemeja a una cámara que filma y, por lo tanto, no tiene acceso a los pensamientos de los personajes ni a sus sentimientos; tampoco a su pasado. Un ejemplo de este tipo de narrador, que no es muy utilizado, lo encontramos en El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio, una novela con mucho diálogo donde los hechos se registran con la objetividad de una cámara cinematográfica.

Ventajas del narrador objetivo:

· Ofrece neutralidad, dejando que sea el lector quien interprete los hechos.

· Al centrarse en las acciones y el diálogo, potencia el estilo cinematográfico.

Inconvenientes:

· Dificulta la conexión emocional con los personajes y limita su profundidad psicológica.

· Por las restricciones que presenta, la narración puede resultar tediosa y monótona.

Narrador homodiegético

El narrador homodiegético forma parte de la historia que relata y, por lo tanto, ya no es una voz abstracta, sino un personaje. Este tipo de narrador se asocia a la primera persona. Dentro de esta categoría encontramos:

3. Narrador protagonista

El narrador es el personaje principal de la historia y relata los acontecimientos desde su perspectiva. Este tipo de narrador se conoce también como autodiegético.

Aunque siempre se ha utilizado, el narrador autodiegético se hace más popular en el siglo XX, sobre todo después de las teorías de Freud, cuando la introspección y el estudio psicológico de los personajes se vuelven más importantes. Grandes novelas del siglo XX como El extranjero de Camus o El guardián entre el centeno de Salinger utilizan este tipo de narrador, aunque también lo encontramos en obras clásicas como El Buscón o El Lazarillo de Tormes.

Algunas ventajas del narrador protagonista:

· Ofrece una experiencia subjetiva e íntima. De este modo se consigue que la historia del protagonista le resulte más cercana al lector.

· Refuerza la autenticidad y aporta mayor credibilidad a la historia.

Algunos inconvenientes:

· La información está limitada a lo que el protagonista sabe o percibe.

· Genera un sesgo narrativo, con lo cual quizá no nos convenga si lo que buscamos es la neutralidad.

4. Narrador testigo

El narrador es un personaje secundario que relata los eventos desde su punto de vista, observando la acción y en general participando en ella, aunque no como protagonista. Un ejemplo de este tipo de narrador lo encontramos en Sputnik, mi amor de Murakami y en Leviatán de Paul Auster. En estas dos novelas, los narradores, aunque no sean los protagonistas de las historias principales, sí se ven involucrados en lo que se cuenta y también narran sucesos propios.

Ventajas del narrador testigo:

· Permite observar la historia desde un ángulo diferente al del protagonista.

· Dependiendo de su relación con los eventos que narra, puede ofrecer una perspectiva parcial que nos ayude a introducir el misterio en la trama.

Inconvenientes:

· La información está limitada a lo que este personaje testigo percibe (aún más que en el caso del narrador protagonista).

· Al ser menos cercano a la historia, puede hacer que la experiencia del lector resulte menos inmersiva.

Otros tipos de narrador

Hasta aquí hemos visto los tipos de narrador más comunes y utilizados, pero existen otros, como por ejemplo el narrador en segunda persona, el narrador epistolar o la multinarración. Aquí desarrollaré solo la multinarración, que cada vez se usa más y, personalmente, me parece muy interesante por las posibilidades que ofrece.

5. Multinarración

La historia está contada por múltiples narradores, cada uno con su voz y perspectiva. Esta multinarración, a su vez, puede ser de dos tipos:

a) La historia la cuentan diferentes tipos de narradores heterodiegéticos y homodiegéticos (omnisciente, protagonista, testigo, narrador en segunda...). Se trata de una elección que cada vez se utiliza más, pues los escritores, sobre todo a partir del siglo XX, comienzan a abrir nuevos caminos y a explorar otras posibilidades narrativas. Un ejemplo de este tipo de narrador lo encontramos en La vegetariana de Han Kang, donde conviven tres narradores: uno inicial en primera persona y testigo, y dos posteriores, en tercera persona y equiscientes, que siguen a personajes cercanos a la protagonista.

b) La historia es una narración coral, solo en primera persona, y todos los que narran son personajes ligados a la historia que se cuenta. El ejemplo paradigmático de este tipo de narrador lo encontramos en Mientras agonizo de Faulkner, en la que quince narradores diferentes narran la muerte de Addie Bundren y el posterior viaje que su familia realiza para enterrarla en el pueblo en que nació. También la segunda parte de Los detectives salvajes de Roberto Bolaño está narrada con esta técnica; en este caso, todos los narradores —alrededor de cincuenta— son testigos de las historias de Ulises Lima y Arturo Belano, los protagonistas de la novela.

Ventajas de la multinarración:

· Ofrece una visión más rica y compleja de la historia. De este modo, permite explorar contradicciones y subjetividades.

· La pluralidad de narradores hace que la historia esquive la monotonía que puede conllevar la utilización de una única voz.

Inconvenientes:

· La historia puede resultar confusa para el lector si no se diferencian bien las voces narrativas.

· Exige mayor esfuerzo al escritor, pues deberá crear múltiples voces, cada una con su personalidad, su manera de expresarse, su léxico, etc.

Conclusión

La elección del narrador es una decisión crucial a la hora de escribir una novela, y para tomarla es muy importante conocer bien los diferentes tipos que existen, con sus ventajas e inconvenientes. Dicha elección dependerá del enfoque y los objetivos del autor, de sus gustos y preferencias personales, de cómo y para qué desea contar la historia…

De cualquier modo, sea cual sea esa elección, una cosa parece clara: si a la historia no le conviene el narrador elegido, si por cualquier motivo no funciona como relator de los acontecimientos, la propia historia le pedirá al autor que cambie de narrador o lo ajuste. Porque, aunque una historia pueda narrarse desde diferentes enfoques, siempre hay uno de ellos que resulta idóneo para lo que deseamos contar, y nuestro objetivo como escritores es encontrarlo.